Un ahorrador o ahorrante es la persona que reserva parte de sus ingresos para formar poco a poco su patrimonio individual o familiar, lo que le brindará seguridad en el futuro y le permitirá solventar los gastos o para adquirir bienes o servicios.
Adoptar un hábito de ahorro durante la juventud se hace necesario ya que, en este periodo de la vida, muchas veces no se tiene consciencia de lo importante que es procurar obtener un capital individual.
Los jóvenes siempre disfrutan cuando salen de compras, pasan un buen rato en algún centro de diversión o simplemente arman una "juntadera" en cualquiera de las casas de los "panas".
Cuando se es joven, las tendencias al consumo, socializar y pasarla bien es absolutamente normal, agradable y renovador. Es poco común que en la juventud se presente el dilema de si ¿ Salgo con mis amigos o ahorro ?, simplemente nos vamos de fiesta y ya. La poca disposición al ahorro por parte de la juventud se debe, en parte, al esquema educativo que aporta poco al desarrollo de la cultura financiera; ciertamente, lo ideal es enseñar a los niños, desde pequeños, los beneficios del ahorro y la inversión. Los programas educativos ignoran esa parte de la formación integral y en los hogares poco se hace al respecto. Si bien la diversión es parte de la vida, es conveniente ver más allá y pensar en el futuro. Aunque en nuestra vida universitaria las posibilidades de formar un patrimonio son limitadas, muchos jóvenes logran a pesar de las barreras del consumismo, manteniendo una equilibrada atención de su necesidades y llegan a convertirse en personas visionarias que empiezan formar un capital a temprana edad.
fuente: Villa con voz
Adoptar un hábito de ahorro durante la juventud se hace necesario ya que, en este periodo de la vida, muchas veces no se tiene consciencia de lo importante que es procurar obtener un capital individual.
Los jóvenes siempre disfrutan cuando salen de compras, pasan un buen rato en algún centro de diversión o simplemente arman una "juntadera" en cualquiera de las casas de los "panas".
Cuando se es joven, las tendencias al consumo, socializar y pasarla bien es absolutamente normal, agradable y renovador. Es poco común que en la juventud se presente el dilema de si ¿ Salgo con mis amigos o ahorro ?, simplemente nos vamos de fiesta y ya. La poca disposición al ahorro por parte de la juventud se debe, en parte, al esquema educativo que aporta poco al desarrollo de la cultura financiera; ciertamente, lo ideal es enseñar a los niños, desde pequeños, los beneficios del ahorro y la inversión. Los programas educativos ignoran esa parte de la formación integral y en los hogares poco se hace al respecto. Si bien la diversión es parte de la vida, es conveniente ver más allá y pensar en el futuro. Aunque en nuestra vida universitaria las posibilidades de formar un patrimonio son limitadas, muchos jóvenes logran a pesar de las barreras del consumismo, manteniendo una equilibrada atención de su necesidades y llegan a convertirse en personas visionarias que empiezan formar un capital a temprana edad.
fuente: Villa con voz
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